Cuéntame esa vieja historia bajo las estrellas,
aquella que siempre me susurrabas al oído
en las frías tardes de noviembre
cuándo me abrazabas
y me decías que me amabas,
ocultando las lágrimas
que poco a poco resbalaban por tus mejillas.
¡Vida mía! ¡Cómo deseo que esas tardes que pasábamos bajo el crepúsculo volvieran,
y no solo alimentar mi amor de recuerdos!
Dejaste un corazón puro y sincero
que con el pasar del tiempo se ha ido llenando de melancolía.
Quiero volver a escuchar esa vieja historia de tus propios labios.
Olvidar, olvidar, olvidar.
Sería un pecado dejar en el pasado tus gratos recuerdos.
Sería un pecado, olvidar tus ojos negros, que fueron
mis noches enteras de amor.
Pedí a una estrella fugaz, que de mi lado nunca te fueras
pero fue imposible.
Ahora eres esa estrella que en mi cielo brilla
y me da los ánimos suficientes para seguir
en esta vida injusta, sin tu presencia…
Recuerdo esa vieja historia que me contaste una vez,
y que aún después de tu muerte, ese viejo relato
seguirá siempre en mi memoria...
-Kao