Siempre hay algo que te arrebata la felicidad..
A veces hay formas de que no suceda, porque tu voluntad es fuerte y quieres luchar ante todo sin importar nada, porque de verdad aprecias y quieres conservar eso tan increíble que posees y te hace realmente vivir..
Que si te dejara no permitirías que se acabara.. Pero..
Te ata las manos e irremediablemente no puedes hacer nada..
Porque no es por tu culpa.. Es de ese otro ser..
Que quiere lo mejor a pesar de que eso cause un gran dolor, que no tomó en cuenta que podían intentarlo juntos..
Y decidió hacerlo solo..
Ahora sólo quedan las esperanzas de encontrarlo en un futuro, de que sus palabras de verdad hayan sido sus pensamientos y no un consuelo para aliviar las lágrimas...
Porque ya no son ni serán palabras.. Serán realmente mi fe..